Crítica de “Past Lives” de Celine Song (2023)

Netflix agrega a su catálogo una cinta que cautivó por completo tanto a la crítica como a la audiencia. Un relato emocionante de un amor que trasciende el tiempo y distancias.

Lo que queda arraigado al corazón , permanece eterno, esos amores que no fueron y se convirtieron en un recuerdo colmado de preguntas junto a una añoranza tal vez perdida, una esperanzada recubierta con un halo de nostalgia junto a felicidad, una mezcla tan extraña como única. Son aquellos amores interrumpidos, donde la pausa extensa es protagonista de de estos corazones separados por el tiempo pero reunidos por un lazo de eternidad.

Dos amigos de la infancia con una fuerte conexión que se reencontraron años después.

Ópera prima de la cineasta Celine Song de las favoritas durante 2023, y ganador como mejor guion adaptado en los Oscars 2024.

“Past Lives” (Vidas Pasadas) Nora (Greta Lee) y Hae Sung (Yoo Tae-o), dos amigos de la infancia profundamente conectados, se separan cuando la familia de Nora emigra de Corea del Sur. Décadas más tarde se reencuentran y deberán enfrentar el destino, el amor y las decisiones que marcan la vida.

Con una narrativa emotiva y sensible esta historia nos habla del amor, la pérdida y la esperanza. La historia se relata en periodos de 12 años cada uno.

A los 12 años la familia de ella emigra y se separan, pero la vida los reunirá dos veces más, a los 24 y los 36 años. Escoltados por una elipsis donde pronuncia con exactitud los estadios emocionales de sus protagonistas sin olvidar los lazos del pasado que los une en cada época que va transcurriendo introduciendo de manera honda al espectador.

Los años en que sus vidas emprenden caminos por separado es donde radica el corazón de la película, hasta su punto culmine donde comienza la primer bisagra importante en la cinta , es cuando ocurre el primer encuentro a distancia, donde podemos observar aquella unión gestada durante la infancia sigue intacta a pesar de pausas y paréntesis que debieron atravesar. La nostalgia y el peso de la ausencia ante un amor de sentimiento tan presente como inexplicable; Un halo que ni el tiempo borra.

Un guion exquisitamente realizado con sutileza y congruencia de forma tan vivida que se vuelve un viaje emocional colmado de sensibilidad sin dar lugar a ningún cliché, el tiempo narrativo prudente, emotivo ,sentido con un clima poético constante marcado por la nostalgia, los recuerdos donde se mezclan el placer y el afecto cuando una persona piensa en tiempos que considera felices del pasado.

Se subraya un fuerte debate sobre el pasado como el presente y mediante ello podemos ver de que manera han evolucionado Nora y Hae Sung al igual de donde han quedado “anclados”. Lo que podría haber sido ,aquello que no fue y el dilema del ahora. Un amor interrumpido donde los caminos separados se cruzan con intentos de recuperar lo perdido. Realizada tan delicadamente con exquisitez la cual podemos observar referencias del cine de Woody Allen. Esta historia de amor es una exploración sutilmente filosófica de las posibilidades y los “qué habría pasado si...” que surgen en el contexto de una amistad que trasciende el tiempo.

Una cinta totalmente acertada. En la vida real, las relaciones son extremadamente complejas encontramos incertidumbre, dudas y despedidas; La temática aborda lugares no tan amables de caminar. Escarbar y recorrer esos aspectos de manera elegante con suavidad y afectivo la hace una obra de arte en plenitud. Cada plano está bien pensado, cada línea del guion cuidadosamente analizada. Una película que combina la filosofía y el romance de manera magistral, al igual que sus interpretaciones retrata visualmente ese poderoso sentimiento del amor.

En síntesis, un drama romántico conmovedor tan luminosos como triste sobre un amor atrapado en el tiempo, las conexiones que traspasan aquellas cuatro estaciones, el destino y nuestras elecciones.

Puntaje

5/5