Un drama filipino que puedes encontrar en Netflix "Lolo y The Kid" 2024
Crítica de “Lolo and the Kid” de Benedict Mique (2024)
Un drama filipino sobre lazos inquebrantables.
“Lolo and the Kid” (El abuelo y Kid) protagonizado
por Euwenn Mikael Aleta Joel Torre y JK Labajo. Bajo dirección de Benedict Mique; La vida de un hombre y
un niño se entrelazan en un momento clave determinando sus caminos.
Un buscavidas y estafador junto a su nieto
adoptivo se dedican a timar a los ricos. Están muy unidos, pero de pronto surge
una oportunidad que podría cambiarles la vida y separarlos. Una cinta con un
muy buen argumento, aunque un guion algo torpe y un ritmo desnivelado
resultando insípido, ya que en ciertos pasajes peca en lentitud, otras en
exceso presuroso para narrar la historia dejando leves fisuras que terminan
generando un gran peso pasa su desarrollo.
Un adulto y un niño buscan sobrevivir en las
calles de Filipinas, nos muestran un estrecho lazo entre ellos donde solo se
tienen el uno y el otro. El abuelo
cuando se encontraba en un momento crucial de su vida sin salida y a punto de suicidarse,
encuentra al niño abandonando en un rincón entre cajas, a quien adopta como su nieto
y bautiza kid, lo que toma como una
señal a una segunda oportunidad de encontrarle sabor a la vida y un propósito.
A veces los nexos más estrechos no provienen
de tener una relación sanguínea…
La trama principalmente aborda sobre el
vínculo y estafas de Lolo (Joel Torre) y
Kid (Euwenn Mikael Aleta). Vemos acerca de condiciones de vida, pobreza,
formación familiar, valores y relaciones.
Una buena historia no tan bien aprovechada a
la hora de colocarla en pantalla, carece de profundidad sobre el personaje de Lolo, lo cual lleva hacer muchas conjeturas, y supociones sin tener
información, nunca se encuentra lo suficiente que impulse la historia para que
resulte verdaderamente conmovedora, donde lo emotivo permanece a medio camino.
Hay que resaltar con énfasis la química increíble que surge entre Joel Torre y Euwenn Mikael Aleta, ambas
actuaciones son magníficas, el ida y
vuelta que tienen es lo que realmente sostiene la película. Los matices que le
colocan estos actores al relato la hacen rica, ante un guion poco pretensioso y
simplista, en que podría haberse aprovechado mucho mejor.
Un film donde el foco es resaltar, pues los
vínculos familiares no los define la sangre, sino la lealtad que se cosecha en
el mismo. Un vínculo familiar se trabaja
día a día. La lealtad
familiar es lo que realmente hace que una familia sea fuerte y tenga vínculos
inquebrantables. El respeto, las vivencias, las experiencias y el amor que une
a las personas será lo que realmente nutra una buena relación familiar, sin
importar mucho la sangre que corre por las venas.
Por otro lado, Si bien en esencia llevan una
vida “criminal”, al mismo tiempo se intenta plasmar el debate que le surge al
abuelo tras una de sus estafas, comenzando pensamientos cruzados, entre
brindarle la vida que debería tener y la vida que hasta el momento tiene con
él. En muchos momentos a lo largo de la
película, se puede ver cómo oscila su brújula moral, lo que agrega otra
dimensión a la historia. Pero asimismo estos ángulos adicionales ofrecen una
gama confusa de emociones para el espectador.
El filme filipino tiene sus desaciertos, pero
la dinámica entre el niño y el abuelo hace atractivo el relato y a su vez que
la película no se vuelva tediosa, dentro del último tramo hace un salto
cronológico abrupto y esto se resuelve regalándonos un final mas que oportuno y
bien realizado, tal vez no muy conmovedor como se espera, sin embargo, lo suficientemente
emotivo para un cierre ideal entre la conexión de lolo y kid.
En síntesis, la película es bastante agradable,
es un retrato de la vida callejera entre el veterano y el niño, con momentos
divertidos entre ambos, también como utilizan la vulnerabilidad del otro para
estafar lo hacen desde un lugar colorido sin resultar chocante, y muestra el
amor de un vínculo inquebrantable más allá de todo.
Puntaje
2,5/5
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