Día del cuarteto, origen y transición
Cuarteto: un género nacional y de Multitudes
En los años 40’ se creó al portavoz de la provincia esencia de una expresión, un ritmo bien marcado, con una popularidad de vigencia intacta a pesar de cambios y transiciones que fue atravesando. Infinidad de solistas y grupos continúan dándole validez y prolongación al cuarteto, colocándolo en un estatus de importancia no solo popular sino cultural, un legado que dejo bien marcado de significación, envergadura y prestigio.
“Las
fiestas danzantes, con su característica euforia, sirven a la gente de nuestras
provincias para dar rienda suelta a su contenida pasión durante la larga semana
de trabajo. La cosecha, el ganado, si lloverá o no, son los temas obligados de
los hombres que ven ese momento la ocasión para reunirse; mientras las niñas
esperan a su PREDESTINADO, las madres no pierden de vista ningún detalle. “
Mario
Pregoni contratapa del disco “Del Brazo con la suerte”.
En 1943, Augusto
Marzano, deja atrás “Los Bohemios”, crea el Cuarteto
Característico Leo (Leonor, por su hija, la pianista); tiene su debut en LV3
(hoy Cadena 3) un 4 de junio por la mañana; fecha significativa
donde años más tarde, precisamente en el 2000 es instaurada para conmemorar
dicho género. Coincidiendo con el paso a la inmortalidad de Manolito Cánovas
fundador de la agrupación Trulalá, curiosamente a su vez misma fecha,
pero del año 2018 el fallecimiento de Oscar Horacio Davalle conocido
popularmente como "Don Oscar".
De esta
manera nos adentramos a la historia de nuestra música popular, el cuarteto, considerado
patrimonio nacional.
Don
Augusto Marzano,
ferroviario de Santa Fe capital, músico (Contrabajista), viudo con su pequeña
hija de 9 años Leonor, es trasladado a la provincia de Córdoba, Cruz del
Eje; la cual los cobijó por dos años, Leonor por tanta tristeza y aburrimiento
pide a su papa irse de ahí, es cuando Augusto pide traslado a Córdoba
capital. Ya instalados en la Casa de calle Jujuy, inicia un camino con la
música que posteriormente marcarias generaciones enteras. Pasa a integrar el conjunto
característico Los Bohemios, y por inquietud de la propia Leonor empieza
a estudiar piano en el conservatorio Del Carril en calle Hipólito Irigoyen.
Desde sus
primeros años de estudio Leonor pasaba el día aprendiendo lecciones del
Conservatorio, a la vez, jugaba hacer desde el piano el acompañamiento completo
de un instrumento solista o de un cantor, “hacer ritmo”; desde aquel entonces
hubo un “tunga tunga”, para acompañar un paso doble , por ejemplo, con su mano
izquierda marcaba las notas del contrabajo (tónica y quinta justa), hacía
respuesta con la mano derecha en el acorde completo; a lo que le agregó usar la
octava en la mano izquierda cuando hacía la tónica. A la hora de hacer “tun”
usaba notas dobles, y el “ga” eran notas triples. Así transcurrieron los años
de niñez de Leonor junto a su padre dando surgimiento sin pensar a lo que hoy
forma parte de nuestra historia, de nuestra cultura.
Esta
particularidad en sus prácticas incesantes, despertaron curiosidad e interés de
su padre, ya que de esta forma él podía tocar la flauta haciendo melodía (en
vez del contrabajo) y su hija acompañarlo haciendo ritmo con el piano. Al
cumplir 18, don Augusto le propone formar un conjunto musical, no sólo porque
veía cualidades musicales, era una manera de que dejara de juntarse con sus
amigas a jugar a las cartas alguna que otra noche (situación que era muy común
dado el pensamiento social de la remota década del 40). La propuesta inicial
era hacerlo con cuatro músicos, decide ponerle Leo, por Leonor, entonces
nace Cuarteto Leo. Con el correr de los días, Augusto cambia de parecer,
decide ampliar el número, para asemejarse a las orquestas características de
moda en la época (Enrique Rodríguez y Feliciano Brunelli), por
ende, la orquesta pasa a estar integrada por piano, contrabajo, violín,
acordeón, batería y bandoneón. ¿Y qué hacemos con el nombre? La solución fue
renombrarlo a Cuarteto Característico Leo, de esa forma “justificamos
que nos llamamos cuarteto, pero somos más músicos”.
Casi estaba completa,
a excepción del acordeonista, no había manera de encontrar uno que esté libre
para integrar un conjunto nuevo. Sin embargo, el universo conspiraría para
encontrarlo: Don Augusto propietario de un Ford 36, venía fallando, y opta
por llevarlo a la concesionaria Ford de Córdoba, por aquel momento Feigin;
la empresa contaba con un empleado abocado directamente hacer las pruebas y
peritajes de los autos, lo atiende, salen a dar una vuelta en el Ford para
probarlo, y en ese trayecto surge como tema de conversación LA MUSICA. Augusto
comenta al empleado sobre un conjunto de música característica que estaba
formando (aquellas que interpretaban valses, rancheras, pasos dobles, fox,
tarantelas, y polcas) junto a su hija pianista le estaba faltando el acordeonista;
“casualmente” el empleado tocaba el acordeón y le dice, hágame una pruebita,
¡yo toco el acordeón!… es cuando Miguel Gelfo, tras de aquella
prueba, el conjunto quedó armado.
Finalmente,
luego de unos meses CUARTETO CARACTERISTICO LEO, debuta en el pequeño
auditorio de la vieja LV3 un 4 de junio de 1943 por la mañana, con el piano de
Leonor (21 años cumplidos), el acordeón de Miguel, Don Augusto en
contrabajo, Luis Cabero en violín, Brizuela en bandoneón (un
riojano radicado en Córdoba y la voz de Fernando Achaval. Tanta fue la
difusión de la orquesta integrado por “una mujer”, que el auditorio se colmó de
oyentes, inmediatamente después de la exitosa actuación llegaron contrataciones
para los primeros bailes.
Tres semanas
después debutan, en colonia Las Pichanas (cerca de Arroyito), típico salón de
campo donde nunca se “ve un alma”, pero a la hora del baile, se colma de gente
que llegan a caballo, en sulki, muy pocos en auto. Así fue el primer baile de “La
Leo”.
Los bailes,
como viajes, y contrataciones fueron en constante crecimiento; y un amor
para toda la vida, es cuando Leonor y Miguel se ponen de
novios, se casan un 2 de junio de 1945 (casi cerquita al segundo aniversario
del debut de la orquesta); Leonor en 1947 queda embarazada de Marta,
(primera hija). Permanece en la orquesta hasta el sexto mes tocando el piano
fajada. Momento que ingresa Cesar Malé como reemplazo de Leonor.
A los 3 años (1950) nace Eduardo, quien a sus 17 años integraría la
orquesta y sería su director al momento de fallecer Miguel. Hasta
entonces habían cambiado de cantores, pero el éxito continuaba, sin llegar aún
al disco. Después de Fernando Achaval, llega Roberto Mercado (permanece
poco tiempo), hasta que aparece la voz que integra el disco, Jose Sosa
Mendieta. Lanzan tres discos de pasta de 78 RPM, con temas como “Sangre
Ecuatoriana”, “Madrecita Mía”, editados por sello TRIO. Aquí
la formación orquestal ya se configuró con la eliminación del bandoneón y la
batería de la orquesta. Leonor reincorporada alternando en el piano con Cesar
Male, Augusto en contrabajo, y José María Saracho en violín, Miguel Gelfo en el
acordeón y la voz de José Sosa Mendieta.
La música de
cuarteto aún no comenzaba a personarse del todo, el ritmo continuaba siendo
pasodoble, vals, tarantela, y los corridos…
Cinco años
pasaron, hasta que en 1958 sale el primer Long Play, de la mano del sello Orfeo
de Rosario, una segunda marca de la CBS, en este primer larga duración,
incluyen una obra que le da título al álbum, “Del brazo con la suerte”.
Canción concebida con un ritmo de corrido, (como un pasodoble, pero más
acelerado), tuvo formas musicales propias, no podían identificarse de forma
exacta con un pasodoble o un corrido, y esta era la primera canción de cuarteto
que surgía, es aquí donde realmente nace el ritmo de cuarteto. El éxito fue
enorme dándole cada vez más reputación a la orquesta sobre todo por este nuevo
sonido particular que aparecía junto a la figura del cantor Jose Sosa
Mendieta. Por estos años de forma simultánea surgieron nuevas orquestas
calcando la formación de Leo y su ritmo característico; Cuarteto Berna, Don
Chicho, entre otros.
LA DECADA
DEL 60’…DECADA DE CAMBIOS
El 8 de
diciembre de 1961, fallece Don Augusto, el fundador. Toma su lugar en el
contrabajo Brizuela (el mismo riojano, bandoneonista de la formación original,
que también tocaba el contrabajo) con la dirección a cargo de Miguel Gelfo,
y la arregladora Leonor Marzano. En 1964 Gelfo toma la determinación
de buscar un soporte para Jose Sosa Mendieta, quien era la figura más querida por el público, pero los problemas con
la bebida comenzaban afectar la imagen y musicalidad del conjunto, si bien su
presencia era convocante, la Leo necesitaba tener otro cantor por algún
contratiempo que surgiese con la voz principal. Por lo cual en el marco de un
baile Miguel anuncia un concurso de búsqueda de otra voz para “cantar en
el Cuarteto Leo”. Esa misma noche hubo ganador, tenía un estilo y timbre de voz
muy similar al mismo Mendieta; un muchacho que ya era cantor del
Cuarteto Don Chicho, pero se presenta igual, además seguidor de la Leo y
cuyo sueño más grande era ser su cantor, Carlos Eduardo López, alias Carlitos
Rolán … el ganador.
Rolán reunía
todas las condiciones necesarias para el grupo,
se incorpora en el rol de locutor a la vez interpretando algunos temas. José Sosa Mendieta, luego de grabar 11
long play y de pertenecer 20 años, (hasta que su salud se deterioró
considerablemente). Es cuando Eduardo Elio Altamira, conocido
artísticamente como Carlitos "Pueblo" Rolán pasa a ser el
cantor principal No solamente significó un éxito creciente del Cuarteto Leo,
sino cambios dentro de la familia Gelfo, Carlitos se pone de
novio con la hija de Miguel y Leonor, Marta (17 años), en
1966 se unen en matrimonio y nace su hijo Carlos Martín en 1969.
En 1964
editan el volumen 10, se edita con voz de Rolán y Mendieta, en el
65’ solamente con Rolán en el disco “Cuarteto Parrandero”. Otro
hecho trascendental de la década es en 1968 ingresa, Eduardo “Pato”
Lugones como locutor, quien formó parte del conjunto hasta 1974,
donde más tarde forma su propia orquesta “Cuarteto Chebere”.
En 1972
Carlitos Rolán se desvincula para formar su propia orquesta,
convirtiéndose en un referente desde el inicio de su etapa solista, por más de
45 años de prolífera actividad artística como discográfica. Aquí pasa a cantar en la Leo, Freddy Vidal,
quien graba “Alegrando el corazón”, luego Cachito López grabando
“Todo es alegría y cordialidad” (1973) entre otros. Para 1974 aparece
otro emblemático cantor con la edición del disco “Llegó el sucundín”; Lalo
Rivera (Mario Félix Bravo) integrara las filas hasta 1981. En el año 1975 sale a las salas de
cine la película “Los chiflados del batallón”, donde en una escena de
baile aparece Cuarteto Leo, interpretando “Se va Camila” (éxito
de la autoría de Eleuterio Pigliapocco, acordeonista santafesino); en
dicha escena se ve a Lalo cantando, Miguel en el acordeón, Yamil
Issa en violín, y Eduardo Gelfo tocando pandereta y haciéndole coros
a Lalo, esta es la primer canción de Cuarteto que aparece en el mundo
celuloide, y por supuesto la primera orquesta de Cuarteto que aparece en el
cine.
Tras
alejarse Lalo Rivera, En 1981 ingresa Miguel Omar, conocido como “la voz clara”,
graba el disco “Mentira, no hay drama con el Cuarteto Leo”, permanece
dos años, y posteriormente ingresa, Jorge Luis con la edición de “A
toda marcha con el Cuarteto Leo”. Ultimo que seleccionó Miguel Gelfo.
Entre el 84’ y 85’ se filma el documental Ushuaia a la Quiaca,
de León Gieco y Gustavo Santaolalla, Mediante una gira
testimonial de diferentes géneros de música nacional, incluyen entrevistas de Miguel
y Leonor, y material de archivo de ensayos, actuaciones en el Estadio
del Centro, y de Campo La Angelina, cerquita de Oncativo. Durante 1986 bajo
dirección de Eduardo Gelfo, La Leo vuelve a cambiar cantantes,
ingresa Felo Noya, y donde se cambia sustancialmente el estilo
tradicional del conjunto, pasando entre sus filas también a Franco (Noti
Dormi), y el cantor de mayor permanencia en la Leo, Carlos Martín Rolán,
desde 1988 hasta el 2011.
Esta
creación popular de los cordobeses se convirtió en pasión de multitudes, su nacimiento su
transición hizo que mediante la sanción de la Ley Provincial 10.174, consiguiera
reconocer al cuarteto como parte integrante del patrimonio cultural provincial
y como un género folclórico musical propio, característico y tradicional de la
provincia en todas sus manifestaciones: música, letras y danzas. Debido a su gran importancia posee un
documental titulado “No Te Mueras Nunca” (2018) Un largometraje que plasma la
herencia cultural de generaciones pasadas con una vigencia fuerte en la
actualidad misma que se transmite a generaciones presentes y futuras.
la
llegada del cuarteto al Festival de Cosquín fue como una reivindicación, en
1987, cuando fue invitado el Cuarteto Leo, y un gigante desborde al año
siguiente, cuando quien subió al escenario fue La Mona. Las imágenes de esa noche que la
televisión difundió, despertaron la atracción de todo el país. En especial de
Buenos Aires, que puso sus ojos en este fervor popular cordobés. Así, la música de cuarteto no sólo se abrió camino en
escenarios bonaerenses y porteños sino también hacia todos los rincones del
país.
Este este 4
de junio además concuerda con la desaparición física de Manolo Cánovas
fundador de la histórica banda cordobesa Trulala, escuela de grandes
cantores generando voces las cuales varias de ellas más adelante engendraron
nuevas vertientes dentro del género, asimismo como la agrupación icónica de la
música local Chévere quienes produjeron estilos como la mencionada banda
que más tarde se replicaron en grupos actuales.
Un género
autóctono, danza tradicional Argentina la primera en sonar en cada fiesta u
evento las connotaciones sociales que posee hizo se convierta en patrimonio inmaterial
de la humanidad. Hoy 4 de junio conmemoramos 79 años del nacimiento del
género popular que hace bailar al país.
Exelente !!!
ResponderEliminar