George Harrison, el místico y callado

El Beatle silencioso “Siempre creí firmemente en la libertad y la privacidad”

Una figura que logro posteridad por su espíritu libre, con un costado irreverente silencioso que marcó una época con un legado musical que continua vigente a dos décadas de su partida.



Su andar discreto, su talento, sensibilidad y timidez genero la atracción inmediata del público, una modestia que continuo a lo largo del tiempo durante toda su carrera.
Los rasgos más sobresalientes de la personalidad Harrison siguen siendo fuente de inspiración para muchos. Su curiosidad y búsqueda de paz fueron fundamentales para hacer de The Beatles la banda más importante de la historia.

Dicen que cuando Paul invitó a George a integrarse a The Quarrymen, la banda que tenía antes de The Beatles, Lennon se negó argumentando que Harrison era muy joven. John terminó sucumbiendo ante el talento nato de uno de los mejores guitarristas en la historia del rock.

Provenía de una familia humilde, Era el menor de cuatro hermanos y su padre manejaba un colectivo, tras varios años de trabajar en la Marina Mercante. entre los 12 y 13 años fue cuando mostro interés por la guitarra. Como a muchos chicos de las décadas del ‘40 y el ‘50, la radio fue fundamental en su formación musical. “Nos gustara o no, incluso la música basura que odiábamos tuvo alguna influencia sobre nosotros”, admitió en sus memorias (I, Me, Mine, Genesis Publications, 1980). “La música tiene una calidad trascendental y alcanza partes de uno mismo a las que no esperaba que llegara”, agregó en Anthology.

Más allá de su destreza, el virtuosismo que poseía fue elemental para el desarrollo del sonido y el de toda la música desde la salida de “Love me do”

George tuvo que lidiar durante años con el hecho de que sus compañeros lo vieran como un aprendiz y terminó siendo una de las cuestiones que acentuó sus diferencias con los demás. A pesar de su bajo perfil, fue tan innovador como John y Paul. Durante la Beatlemanía, Harrison fue caracterizado como el "Beatle tranquilo" o el "Beatle Silencioso", debido a su carácter introspectivo y su tendencia a un segundo plano en las conferencias de prensa. A pesar de la imagen de "Beatle tranquilo", la mayoría de compañeros y amigos, como Eric Idle, miembro de Monty Python, aseguran que en las distancias cortas era muy hablador y dicharachero, contraponiéndose a la imagen que solía tener de él la prensa.

Durante 1980, el músico publico su libro “I Me Mine” donde describe sus angustias y vicios y podemos conocer su compleja personalidad una especie de autobiografía que desentraña, descifra muchos aspectos del tercer Beatle. Quien ni era muy callado ni siempre llevó una vida apacible. En lo particular a Harrison nunca le fue fácil lidiar con la fama siendo uno de los promotores para abandonar las giras en 1966, no podía soportar que los fanáticos se acercaran a su casa o que no pudiera visitar tranquilo ningún lugar.

No fue casualidad que su primera composición fuese “Don’t bother me”, incluida en el álbum With The Beatles (1963), cuyo estribillo dice de manera contundente: “Vete de aquí y déjame solo/No me molestes”. “La escribí como un ejercicio, para ver si era capaz de hacerlo”, confesó en su libro.

Además de lidiar con ser un Beatle, luchó por ser reconocido como compositor por parte de sus compañeros y del productor George Martin. Cuando aceptaban grabar uno de sus temas, lo hacían a regañadientes y no se ponía tanto empeño como en las composiciones de John y Paul, pero la evolución de George como compositor fue lenta, pero sostenida. Lamentablemente, se dieron cuenta de esto sobre el final, cuando ya se estaban separando.

El momento más grande de George con The Beatles llegó en Abbey Road, el último álbum del grupo. Más allá de las canciones que sumó Harrison al repertorio de The Beatles, como músico su aporte fue fundamental para forjar el sonido característico del grupo. Si bien no se consideraba un guitarrista virtuoso, desarrolló un estilo único y distintivo que se puede apreciar no solo en sus propias composiciones, como “Taxman” o “If I needed someone” –el único tema de su autoría que el cuarteto tocó en vivo–, sino también en las de Lennon y McCartney. Ejemplos sobran, pero “A hard day’s night”, “Ticket to ride”, “And your bird can sing” o “Rain” no serían lo mismo sin la guitarra de George.

Según la revista Rolling Stone, es considerado uno de los mejores 15 guitarristas de la historia; razón por la que está dentro del Salón de la Fama del rock. A pesar de que nunca estudió música y no sabía leer partituras, dominaba cerca de 25 instrumentos. Fue el primero en sacar un disco solista, en incursionar en fusiones con música de otras regiones e incursionar en el mundo cinematográfico creó HandMade Films, una productora que financió largometrajes como La vida de Brian y Time Bandits. También organizó, con Ravi Shankar, The Concert for Bangla Desh (1971), el primer concierto benéfico de la historia de la música rock y precursor de eventos benéficos como Live Aid. A lo largo de su carrera obtuvo varios éxitos musicales con sencillos como “My Sweet Lord”, “What is Life”, “Give Me Love (Give Me Peace on Earth)” y “Got My Mind Set on You”, participó como guitarrista en grabaciones de una larga lista de músicos y grupos como Badfinger, Ronnie Wood, Billy Preston y Eric Clapton, y cofundó con Bob Dylan, Jeff Lynne, Roy Orbison y Tom Petty el supergrupo Traveling Wilburys.

Entre sus innumerables logros, acercó la música y la cultura hindú a Occidente tuvo también un especial interés por la cultura y religión hindú a través del movimiento Hare Krishna (introdujo a sus compañeros de The Beatles a la filosofía oriental determinante en la evolución musical del grupo).

Esa búsqueda de espiritualidad de Harrison a pesar de su vínculo espero consigo mismo genero un impacto de gran importancia en la música de The Beatles. Sentía lo conectaba con los valores espirituales indios que lo llevaba a cierta estabilidad buscada por tanto tiempo.

Harrison pasó los últimos tiempos de su vida, moviéndose entre la maleza de su inmensa casa de Friar Park. Decía: “En realidad, yo soy un tipo de lo más sencillo. No quiero estar todo el tiempo en el negocio, porque soy un jardinero. Planto flores y veo cómo crecen. No voy a clubes ni a fiestas. Me quedo en casa y veo cómo fluye el río”.

La paciencia y perseverancia que lo ayudaron a convertirse en un apreciado guitarrista y admirado músico, la lucidez y el espíritu crítico que lo mantuvieron al margen de los mandatos de la industria, y el fino y sarcástico humor de una sola y certera frase fueron algunos de los ingredientes que convirtieron a George en una figura adorada por los fans de Los Beatles.

Donde su profunda vida espiritual tampoco le prohibía ataques de rabia o cruces públicos, tal como se puede ver en el flamante documental “Get Back”, de Peter Jackson.

En 2001, el cáncer se instaló en uno de sus pulmones con metástasis en el cerebro. Dos semanas antes del final, cuando ya no quedaban esperanzas, se encontró por última vez con Paul y Ringo. Una despedida de sus amigos.

George Harrison murió en Los Angeles, el 29 de noviembre de 2001. Tenía 58 años.

Un Beatle no tan silencioso…

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