Icono del reggae, Bob Marley
Bob Marley: A 40 años de la revolución musical
Un legado que marca generaciones y quien se convirtió en un emblema. El 11 de mayo de 1981, la muerte de Robert Nesta fue también su certificado de inmortalidad.
Abrazó la música tradicional de su país, aunque también sintió
influencias de artistas como Ray Charles o Curtis Mayfield, entre
otros, que llegaban a la isla a través de emisoras radiales estadounidenses. Fue parte de las bandas de ska, rocksteady y reggae The
Wailers (1964-1974) y Bob Marley & The Wailers (1974-1982). Es
el mayor exponente de la música de Jamaica y del movimiento rastafari.
Algunos de los más importantes álbumes de este cantante son: The
wailing Wailers en 1965, Soul Rebelds 1970, Soul
Revolution 1971, The best of the wailers 1971, Babylong by Bus
1978, confrontation 1983 y Legend 1984.
La fama mundial alcanzada por el músico fue a mediados de los '70, ayudó
a popularizar el reggae y la filosofía de vida rastafari, un movimiento
espiritual unificador surgido en África, con raíces en la tradición
judeocristiana. Participo de un
concierto gratuito en Kingston en 1976, cuyo objetivo era la reconciliación
nacional entre las dos facciones políticas en violenta pugna en Jamaica. poco
después de este concierto, un grupo anónimo fuertemente armado irrumpió en su
vivienda a los tiros y lo hirió de gravedad, al igual que a su esposa Rita y a
varios de sus colaboradores. Tras este incidente,
Marley se exilió en Londres, aunque en 1978 regresaría para volver a participar
de un concierto humanitario, en este caso el "One Love Peace
Concert", donde finalmente logró que los dos principales líderes políticos
del país se dieran la mano sobre el escenario.
En julio de 1977 los médicos de Marley descubrieron un melanoma
lentiginoso acral que se le había formado en el primer dedo de su pie derecho
tras una lesión mal curada producida en un partido de fútbol.
La opción
que le plantearon fue la amputación de medio pulgar derecho, a lo que se negó
rotundamente.
A pesar de las
recomendaciones, Marley decidió seguir adelante con las actuaciones programadas
sin extirpar el cáncer ni realizar ningún tipo de tratamiento para combatirlo. Marley apeló a sus creencias rastafari, en
las que el corte de algún miembro del cuerpo no está permitido. Entonces le propusieron
un injerto con piel del muslo. Era una solución provisoria, aunque tanto el
artista como su entorno pensaron que sería permanente. La intervención
quirúrgica se realizó en Miami, en 1981, y lo ayudó a mejorar mucho
En abril de 1981 le fue
otorgada la Orden del Mérito de Jamaica, la tercera mayor honra de la nación,
en reconocimiento a su inestimable contribución a la cultura del país. Sin
embargo, por su estado de salud Marley no pudo estar presente.
Después de ocho meses luchando sin éxito contra el cáncer, Bob Marley
tomó un avión de regreso a Jamaica donde falleció, Fue enterrado con su
guitarra Gibson Les Paul roja, en una capilla próxima al lugar en donde nació.
A Marley lo enterraron el 21 de mayo en su pueblo natal, Nine Mile. Antes de
hacerlo, colocaron su ataúd en un mausoleo temporal pintado en los colores
rojo, verde y dorado. Junto a su cadáver embalsamado, estaba su guitarra Gibson
Les Paul roja, una Biblia abierta en el Salmo 23 y un tallo de cannabis
Recibió un funeral de Estado el 21 de mayo de 1981, que combinaba
elementos de la Iglesia ortodoxa etíope con los de la tradición rastafari.
Bob Marley tuvo que soportar burlas y desprecios por parte de negros
jamaiquinos por su condición de mulato (mestizo producto de la mezcla de blanco
y negro), sobre todo en su niñez, adolescencia y temprana juventud. Pero después Marley se demostró indiferente a esos desaires y decía no
avergonzarse de su mezcla racial; aunque él se identificaba simplemente como
negro y esa fue la única parte de su herencia racial por la que demostró
interés.
«Su voz fue un grito omnipresente en nuestro mundo electrónico. Sus
rasgos afilados, su aspecto majestuoso y su forma de moverse se han grabado
intensamente en el paisaje de nuestra mente. Bob Marley nunca fue visto. Fue
una experiencia que dejó una huella indeleble en cada encuentro. Un hombre así
no se puede borrar de la mente. Él es parte de la conciencia colectiva de la
nación.» El primer ministro de
Jamaica, Edward Seaga
Vivió apenas 36 años, pero le bastaron para generar una revolución musical y cultural
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