28 de Febrero , Día del bailarín
La danza siempre nos regala momentos inolvidables
El 28 de febrero en la Argentina se celebra el Día del bailarín en
homenaje a la fecha de nacimiento de Jorge Donn. Excusa perfecta para
repasar coreografías que han marcado épocas de maneras muy singulares.
Es considerado uno de los más icónicos de la danza del siglo XX, fue
intérprete e inspiración del arte coreográfico de Maurice Bèjart y
partenaire de bailarinas rusas como Maya Plisetskaya y Natalia
Makarovna.
Jorge Donn se formó en el Instituto Superior de Arte del Teatro
Colón (Buenos Aires). En 1962 estudió con la profesora de danza María
Fux (1922). En 1963 se mudó a Bruselas, donde con tan sólo 15
años ingresó al Ballet del Siglo XX, la compañía de ballet de Maurice
Béjart. Allí adquirió fama internacional. En aquella época, el joven
bonaerense era todo energía, belleza y ductilidad. Formaba parte principal de
una cuadriga ejemplar y deslumbrante, junto a Paolo Bortoluzzi, Luc
Bouy, Germinal Casado y Víctor Ullate. Estos eran algunos de
los abanderados de aquella máxima béjartiana tan polémica como popular:
"La danza es el hombre". Junto a la brasileña Marcia Haydee, Donn
representa a los latinoamericanos que lograron instalarse por derecho propio y
talento en la élite europea del ballet justo en su momento de expansión en la
segunda mitad del siglo XX.
A partir de 1976 fue el director artístico del Ballet del Siglo XX, y
para 1988, el bailarín ya había creado su propia compañía, L’Europa Ballet, que
perduró un corto período de tiempo. En 1989, la fundación Konex le entregó un
reconocimiento por su exitosa trayectoria, caratulándolo como uno de los 5
mejores bailarines de la historia en la Argentina hasta la fecha.
Numerosas obras de Béjart han sido creadas para él, podemos encontrar: Bhakti,
Nijinski, clown de Dios, Golestan: el jardín de las rosas,
Lo que el amor me dice, Nuestro Fausto, Leda, Adagietto,
entre otras. ¡Recordemos que de una u otra forma la danza, la música! ¡Algo que
nos conecta!... siempre está ligada al
cine. Como por ejemplo “Step in time” (Mary Poppins, 1964), “Nowadays” (Chicago,
2003), o la icónica “Fame” (1980) inspiración para muchos bailarines,
incluso la recordada escena de Travolta con Uma Thurman con “You
Never Can Tell” ('Pulp Fiction', 1994) en este caso no en si por la coreografía,
pero si por la química de sus personajes.
Un motivo ideal para repasar las siete mejores escenas de baile en el
cine:
- “Singing in the rain” (Cantando bajo la lluvia, 1952)
Sin discusión es la mejor escena de baile de la historia: Gene Kelly,
totalmente encantado de la vida después de besar a Debbie Reynolds,
recorre las calles bailando de felicidad bajo un chaparrón de cuidado y apenas
sin refugiarse bajo el paraguas.
- “You should be dancing” (Fiebre del sábado noche, 1977)
Con John Travolta cinta que le dio fama, magnética e
irresistible a los ojos de cualquier espectador. Misma que marcó una época en
los 80’ no solo por el tema de los legendarios Bee Gees - You Should Be
Dancing – e icónicamente por el vestuario quienes en ese momento de forma
mundial muchos habían adoptado dicho look para salir de fiesta.
- “The time of my life” (Dirty Dancing, 1987)
La dirección de videoclip ochentero -esa cámara lenta, por favor- en pro
de lo que se ha convertido en un clásico. Con un Patrick
Swayze en la cima de su carrera y no olvidemos que también era bailarín
profesional, después de verse imposibilitado a seguir una carrera profesional
en el deporte, Patrick estudió ballet en la Harkness Ballet School y en la
Joffrey Ballet School, convirtiéndose en el primer bailarín de la compañía de Elliot
Feld. Tras representar varias obras musicales en el teatro, entre ellas una
adaptación de “Grease”, Swayze debutó en el cine a finales de los
años 70 al intervenir en la película “La Fiebre Del Patín” (1979). Y acá
en Dirty Dancing nos regala una de sus mejores performances de baile ya
tradicional en el séptimo arte.
- “Final dance” (Footloose, 1984)
Aquí vemos a Kevin Bacon y compañía desfasar con todo tipo de
bailes y ritmos ('brakdance' y 'moonwalk' incluidos) al compás de una más que
acertada canción de Kenny Loggins que ya se ha convertido en un clásico
en los bailes de boda.
- “What a feeling” (Flashdance, 1983)
Película donde la banda sonora, a cargo del maestro Giorgio Moroder,
juega un papel fundamental. Compartimos la emoción
y los nervios de la protagonista, Jennifer Beals, en contraste con el tedio del
jurado que va a decidir si le admite o no a un importante musical, y vivimos la
pasión de su baile. También otra película que fue una ola marcando el vestuario
en la platea femenina adoptando los looks de la protagonista.
- “Dancing for Dad” (Billy Ellioy. Quiero Bailar, 2000)
Tampoco te epatarán las habilidades bailarinas de Jamie Bell, el
protagonista de la peli, en esta escena, pero nos encanta por el descaro que
muestra a la hora de decirle a su padre que su pasión es la danza. Baila con
gracia, baila alegre, y baila ilusionado, esperando la reacción de un
progenitor que no es demasiado comprensivo al principio pero que según avanza
el metraje se va quedando sin palabras ante el talento de su hijo.
- “Gym Mambo” (West Side Story, 1961)
Dos pandillas callejeras protagonistas (Jets y Shark) compitiendo
festivamente por ver quién baila el mambo mejor. Incluso hay un momento en el
que se nos olvida que son rivales. Pero, para momento, el final de la
secuencia, en el que, rozando peligrosamente, se conocen María y Tony. Por
cierto, ¿sabías que la idea inicial del director, Robert Wise, era que el papel
protagonista fuera para Elvis Presley?
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